"El arte es reflejo de sus tiempos", este es un principio básico que cualquiera que intente disfrutar, criticar o analizar una obra artística debe no sólo conocer, sino comprehender para, conociendo el problema comunicacional, podamos realmente aprehender el mensaje que el artista (o el conjunto de artistas) intentan expresar.
En el octavo arte, el cómic, una reciente categorización cronológica de su desarrollo escrita por Steve Kenson en su Mutants & Masterminds 2nd Ed. habla de las etapas de Oro y Plata - reconocidas ampliamente - donde los superhéroes hacen sus primeras apariciones como generación de relevo de los héroes pulp (Spider, el Fantasma, Flash Gordon, etc); pasan a la lucha de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, y vuelven a su hogares en un mundo de post-guerra McCartiano donde la persecución a la "Amenaza Roja" y la cacería de brujas interna llevaron a los superhéroes a los mundos y situaciones más fantásticas de la historia del cómic.
A partir de allí la categorización cronológica del cómic sufre del mismo problema que el postmodernismo, al ser todavía tan reciente su desarrollo que la llamada Era de Bronce es difícil de clasificar. Ya en el libro conmemorativo de los 50 años de Marvel el autor se atreve a decretar el momento posterior a la era de Plata como la "era Marvel" (es de esperarse), pero más allá del afán de resaltar a la editora dentro del libro conmemorativo de su propia historia es definitivamente cierto que si la era de Bronce empieza en algún lugar, ese lugar está en Manhattan. Dos hombres son los artífices de este cambio: el muy comercializado Stan Lee, y otro quien es menos conocido, pero inmensamente respetado dentro del medio, Jack Kirby. Ambos hombres, trabajando para Timely Comics (como se llamaba Marvel en su momento) dieron algo que diferenciaría a sus superhéroes de los superhéroes existentes, como los superpoderes y las identidades secretas diferenciaron a estos últimos de los héroes pulp: les dieron fallas.
El Hombre Araña, el Capitán América, Hulk, los Hombres X, Daredevil y los Cuatro Fantásticos se diferenciaban de los casi omnipotentes Superman, Flash, Linterna Verde y Batman (quien todavía no había sido tratado por Miller) en que tenían problemas. Peter Parker no podía conseguir novia, Steve Rogers era un debilucho y no tenía vida privada, Hulk era el arquetípico Jekyll y Mr. Hyde, los Hombres X lidiaban con los cambios de la adolescencia y la discriminación, Daredevil era ciego y un abogado, y los Cuatro Fantásticos lidiaban con ser una familia mientras exploraban la Zona Negativa. Esta era de Bronze está marcada entonces por el desarrollo personal de los superhéroes, todavía muy inocente ya que la censura impuesta por el Código hacían sus problemas los suficientemente superficiales como para resolverse con una malteada en el dinner de la esquina...
Durante esta época sucede un desarrollo interesante: el rompimiento de Marvel del Código con sus tres episodios del Hombre Araña donde trataba la adicción a la heroína de uno de sus co-protagonistas (irónicamente, a pedimento del un organismo anti-drogas del gobierno estadounidense), la aparición de personajes "etnicos" (Powerman/Luke Cage, Black Lightning y Sunfire, por ejemplo) y series como Green Lantern /Green Arrow donde se enfrentan dos personalidades totalmente opuestas de personajes (Green Arrow es comunista, Green Lantern es conservador). A partir de allí los cómics tratan temas más "sórdidos", que el Código no permitía y que estaban en voga durante la época de los 70s donde las panteras negras y la "América Blanca" todavía luchaban por su lugar bajo el sol.
A partir de allí, Kenson nos habla de la era del Hierro. Definitivamente originada por la ola de crimen de finales de los 70s y 80s de las que nos habla Levitt en Freakonomics, los "superhéroes" de esta época se diferencian de los anteriores no sólo por el uso de espadas, cuchillos y armas de fuego de fuerza letal (antes todas las armas de los superhéroes estaban en modo "aturdir", incluso Wolverine); sino porque su "estilo" es menos de lucha contra el crimen siguiendo la ley y haciendo "arrestos civiles", sino el del vigilante estilo Clint Eastwood o Charles Bronson (Punisher, Deathstroke the Terminator, Wolverine, Superman convertido en Gangbuster, W.I.L.D. Cats, Youngblood, Savage Dragon, Batman en el Retorno del Caballero Oscuro, V for Vendetta y Watchmen) que toma la ley en sus manos y no se conformaban con sólo "atrapar" a su presa, usualmente se "deshacían" de ella...
Esta época se refleja no sólo en el cómic, sino en la literatura y en el cine. El género ciberpunk debe gran parte de su existencia a las pandillas de Nueva York (como las que se muestran en "The Warriors") y el casi criminal materialismo corporativo de la época (Stone's Wall Street); y el cine convirtió a personajes como el Rambo original (desadaptado sociales en su película original) en superhéroe de acción, trajo a Dirty Harry, al Vengador Anónimo y el Police Story (memorable no sólo por ser la primera película producida por Jackie Chan, sino por ser la primera de artes marciales de no ser de "época", el excelente equipo de dobles y por no doblegarse a los secuestros de las triadas de Hong Kong).
Ya después de mediados de los noventas - y luego del casi quiebre de la industria del comic por la "fiebre de los coleccionistas" -, Kenson habla de la época Moderna del cómic. Igual que durante el fin de la época alternativa de la música en USA (nacimiento del grunge y el ganster rap) y la llegada de la ola del pop con Backstreet Boys, Britney Spears y las decenas de artistas Hip-Pop pre-milenarios, aparecen una serie de superhéroes que tratan de retomar el sentido de la "maravilla" en el cómic: mientras los artistas y escritores retoman el estilo de Claremont y, Kirby (y dejan de copiar a McFarlane y Jim Lee), los superhéroes dan un tono más ligero a sus historias retomando los nombres de los grandes, con su propio estilo. Starman, Superboy y Robin (si, el Robin de los noventas es de hecho bastante bueno) son algunos ejemplos; la mayoría creando una mezcla responsable entre el entretenimiento y el comentario social.
Aquí termina Kenson su clasificación, terminándola en la época en la que Bush empezaba su mandato y los efectos de la administración Clinton todavía se sentían. Todo esto cambió luego del 9 de Septiembre. La Distopía se hizo real, el miedo también se hizo real y todo este "optimismo" se convirtió en confusión. La venta del miedo por parte de Fox News y la industria de los medios estadounidenses se reflejó en la industria del cómic quien ahora intenta traer "shock" cada vez más grandes a los "mundos" en los que estos superhéroes viven. Los editores en jefe actuales de DC y Marvel anuncian cada año entre uno y dos mega-eventos donde ocurren cambios fundamentales: Crisis Infinitas (2005) de DC es la continuación de Crisis en las Tierras Infinitas (1985); Marvel hace lo suyo con Guerra Civil (muerte de Steve Rogers), World War Hulk y el anunciado Invasión Secreta.
¿Qué le espera al cómic luego de la salida de Bush de la presidencia? (hito que creo que traerá muchos cambios en el mundo, incluso ganando McCain), nadie sabe; pero creo que muchos superhéroes (y sus escritores) pasaran un tiempo retomando su vida normal ya que la fórmula de la crisis perpetua no funciona ni en la vida real ni en la industria del cómic (sólo hace falta recordar la época de la fiebre de los coleccionistas) y tendremos cosas nuevas por las cuales sorprendernos.
Make Mine Marvel!,
KX.
En el octavo arte, el cómic, una reciente categorización cronológica de su desarrollo escrita por Steve Kenson en su Mutants & Masterminds 2nd Ed. habla de las etapas de Oro y Plata - reconocidas ampliamente - donde los superhéroes hacen sus primeras apariciones como generación de relevo de los héroes pulp (Spider, el Fantasma, Flash Gordon, etc); pasan a la lucha de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, y vuelven a su hogares en un mundo de post-guerra McCartiano donde la persecución a la "Amenaza Roja" y la cacería de brujas interna llevaron a los superhéroes a los mundos y situaciones más fantásticas de la historia del cómic.
A partir de allí la categorización cronológica del cómic sufre del mismo problema que el postmodernismo, al ser todavía tan reciente su desarrollo que la llamada Era de Bronce es difícil de clasificar. Ya en el libro conmemorativo de los 50 años de Marvel el autor se atreve a decretar el momento posterior a la era de Plata como la "era Marvel" (es de esperarse), pero más allá del afán de resaltar a la editora dentro del libro conmemorativo de su propia historia es definitivamente cierto que si la era de Bronce empieza en algún lugar, ese lugar está en Manhattan. Dos hombres son los artífices de este cambio: el muy comercializado Stan Lee, y otro quien es menos conocido, pero inmensamente respetado dentro del medio, Jack Kirby. Ambos hombres, trabajando para Timely Comics (como se llamaba Marvel en su momento) dieron algo que diferenciaría a sus superhéroes de los superhéroes existentes, como los superpoderes y las identidades secretas diferenciaron a estos últimos de los héroes pulp: les dieron fallas.
El Hombre Araña, el Capitán América, Hulk, los Hombres X, Daredevil y los Cuatro Fantásticos se diferenciaban de los casi omnipotentes Superman, Flash, Linterna Verde y Batman (quien todavía no había sido tratado por Miller) en que tenían problemas. Peter Parker no podía conseguir novia, Steve Rogers era un debilucho y no tenía vida privada, Hulk era el arquetípico Jekyll y Mr. Hyde, los Hombres X lidiaban con los cambios de la adolescencia y la discriminación, Daredevil era ciego y un abogado, y los Cuatro Fantásticos lidiaban con ser una familia mientras exploraban la Zona Negativa. Esta era de Bronze está marcada entonces por el desarrollo personal de los superhéroes, todavía muy inocente ya que la censura impuesta por el Código hacían sus problemas los suficientemente superficiales como para resolverse con una malteada en el dinner de la esquina...
Durante esta época sucede un desarrollo interesante: el rompimiento de Marvel del Código con sus tres episodios del Hombre Araña donde trataba la adicción a la heroína de uno de sus co-protagonistas (irónicamente, a pedimento del un organismo anti-drogas del gobierno estadounidense), la aparición de personajes "etnicos" (Powerman/Luke Cage, Black Lightning y Sunfire, por ejemplo) y series como Green Lantern /Green Arrow donde se enfrentan dos personalidades totalmente opuestas de personajes (Green Arrow es comunista, Green Lantern es conservador). A partir de allí los cómics tratan temas más "sórdidos", que el Código no permitía y que estaban en voga durante la época de los 70s donde las panteras negras y la "América Blanca" todavía luchaban por su lugar bajo el sol.
A partir de allí, Kenson nos habla de la era del Hierro. Definitivamente originada por la ola de crimen de finales de los 70s y 80s de las que nos habla Levitt en Freakonomics, los "superhéroes" de esta época se diferencian de los anteriores no sólo por el uso de espadas, cuchillos y armas de fuego de fuerza letal (antes todas las armas de los superhéroes estaban en modo "aturdir", incluso Wolverine); sino porque su "estilo" es menos de lucha contra el crimen siguiendo la ley y haciendo "arrestos civiles", sino el del vigilante estilo Clint Eastwood o Charles Bronson (Punisher, Deathstroke the Terminator, Wolverine, Superman convertido en Gangbuster, W.I.L.D. Cats, Youngblood, Savage Dragon, Batman en el Retorno del Caballero Oscuro, V for Vendetta y Watchmen) que toma la ley en sus manos y no se conformaban con sólo "atrapar" a su presa, usualmente se "deshacían" de ella...
Esta época se refleja no sólo en el cómic, sino en la literatura y en el cine. El género ciberpunk debe gran parte de su existencia a las pandillas de Nueva York (como las que se muestran en "The Warriors") y el casi criminal materialismo corporativo de la época (Stone's Wall Street); y el cine convirtió a personajes como el Rambo original (desadaptado sociales en su película original) en superhéroe de acción, trajo a Dirty Harry, al Vengador Anónimo y el Police Story (memorable no sólo por ser la primera película producida por Jackie Chan, sino por ser la primera de artes marciales de no ser de "época", el excelente equipo de dobles y por no doblegarse a los secuestros de las triadas de Hong Kong).
Ya después de mediados de los noventas - y luego del casi quiebre de la industria del comic por la "fiebre de los coleccionistas" -, Kenson habla de la época Moderna del cómic. Igual que durante el fin de la época alternativa de la música en USA (nacimiento del grunge y el ganster rap) y la llegada de la ola del pop con Backstreet Boys, Britney Spears y las decenas de artistas Hip-Pop pre-milenarios, aparecen una serie de superhéroes que tratan de retomar el sentido de la "maravilla" en el cómic: mientras los artistas y escritores retoman el estilo de Claremont y, Kirby (y dejan de copiar a McFarlane y Jim Lee), los superhéroes dan un tono más ligero a sus historias retomando los nombres de los grandes, con su propio estilo. Starman, Superboy y Robin (si, el Robin de los noventas es de hecho bastante bueno) son algunos ejemplos; la mayoría creando una mezcla responsable entre el entretenimiento y el comentario social.
Aquí termina Kenson su clasificación, terminándola en la época en la que Bush empezaba su mandato y los efectos de la administración Clinton todavía se sentían. Todo esto cambió luego del 9 de Septiembre. La Distopía se hizo real, el miedo también se hizo real y todo este "optimismo" se convirtió en confusión. La venta del miedo por parte de Fox News y la industria de los medios estadounidenses se reflejó en la industria del cómic quien ahora intenta traer "shock" cada vez más grandes a los "mundos" en los que estos superhéroes viven. Los editores en jefe actuales de DC y Marvel anuncian cada año entre uno y dos mega-eventos donde ocurren cambios fundamentales: Crisis Infinitas (2005) de DC es la continuación de Crisis en las Tierras Infinitas (1985); Marvel hace lo suyo con Guerra Civil (muerte de Steve Rogers), World War Hulk y el anunciado Invasión Secreta.
¿Qué le espera al cómic luego de la salida de Bush de la presidencia? (hito que creo que traerá muchos cambios en el mundo, incluso ganando McCain), nadie sabe; pero creo que muchos superhéroes (y sus escritores) pasaran un tiempo retomando su vida normal ya que la fórmula de la crisis perpetua no funciona ni en la vida real ni en la industria del cómic (sólo hace falta recordar la época de la fiebre de los coleccionistas) y tendremos cosas nuevas por las cuales sorprendernos.
Make Mine Marvel!,
KX.