Querida J,
Hay distintas teorías sobre como uno afecta las cosas a su alrededor, algunas mas probadas que otras, unas mas universales que otras, a mi me gusta la mas bonita.
Cuando la magia era la única manera de escapar del yugo intelectual impuesto por el monopolio de la educación de la iglesia católica, la gente trató de explicarse como funcionaba el universo por sí mismas. Entonces el folklore se fue desarrollando hasta que la astrología, la magia, los fantasmas y el vampiro (mi favorito) apareciendo dándoles respuestas a las interrogantes de aquellos a quien se les negaba el conocimiento sobre los arquetipos de Platón o la democracia Romana.
De esas explicaciones sobre el universo (que no son menos validas que la ciencia, la religion o la filosofía) hay una que habla de la Simpatía: la relación entre todas las cosas y como ellas actúan entre sí. Por ejemplo, una persona que tiene un carro y que se preocupa por el carro empieza a transformar ese carro no sólo en un objeto, sino en una extensión de su personalidad, mientras que el carro afecta el comportamiento del dueño convirtiéndose en una especie de simbiosis.
En el caso de los libros usados (y conmigo en especial) es que ellos dan un regalo muy especial, permiten que cosas que otras personas pensaron o hicieron se transmitan a otras personas: son la base del conocimiento humano. Actualmente existe la internet, los CDs, DVDs y otros medios, pero el libro es el original, lo que trae consigo quizás una carga generacional dificil de explicar racionalmente.
Un libro es un amigo cuando te explica algo, cuando te evoca sentimientos, cuando te saca de una realidad que no siempre es la mejor, cunado libera tu mente y te hace ver el mundo de maneras que nunca hubieras pensado posible. Personalmente los libros me han creado mi amor por el conocimiento y la ciencia, me ha perimtido vivir a través de tiempos difíciles, me han guiado a través de exploraciones al concepto del monstruo y del conocimiento final de la muerte y lo desconocido y me han volcado mi concepto de realidad y dado guía a mi vida.
Un libro usado es como tener el amigo de alguien, es como ver como otra persona ha dejado volar su imaginación y recorrido parajes que, aunque ya uno los haya recorrido, han sido recorridos de manera distinta, de perspectivas nuevas y con interpretaciones distintas a las que una vez una dedujo de aquellas lineas que contenian mas tinta, ideas.
En cuanto a "El Terror de Dunwich" hay dos facetas, el libro en sí como objeto es como te expliqué anteriormente: un amigo de otro que ahora, como si yo fuera un detective de C.S.I., me presenta pistas de un pasado incierto. La otra es que la historia en sí, las ideas y descripciones de parajes imaginarios demasiado reales para mi, es una vieja amiga que me ha acompañado en otros tiempos en los que buscaba explicaciones a cuestiones de hombres y dioses.
Estoy leyendo "El Terror de Dunwich" y aunque te confieso que ya lo tengo es un verdadero placer volver a conocer a los Withley, oir de los pantanos de Nueva Inglaterra de pueblos que aún mantienen una vida victoriana incluso dentro de 1920, época donde la ciencia pretendía resolver todos nuestro problemas. Además, cada vez que recuerdo que en medio de tanto sol, licor y diversión pensabas en mi y vistes parte de mi en este libro me dibuja una sonrisa en la cara aunque estén matando al protagonista...
Gracias,
K
