27 July, 2008

Transferencia

Luego de ver Dark Knight muchas cosa pasan por mi cabeza, una excelente película con una tratamiento impecable de la naturaleza del héroe y de las limitaciones – físicas y emocionales – del ser humano. "Fall of Batman" la llamaría, ya que no dudo en una tercera parte donde algún "acompañante" entre dentro de la "Familia Batman" (ya Bárbara ha sido nombrada demasiadas veces).

Un impresionante reparto de actores participa en Dark Knight yendo desde la meticulosa selección de los papeles principales – aunque falta trabajo en el casting de las contrapartes femeninas – hasta los actores secundarios (trivia: el reportero de la cadena de noticias es Anthony Michael Hall, el nerd de Breakfast Club, quién debe tener ganas de convertirse en el Creeper, quién sabe...). Pero lo que me llamó poderosamente la atención son las circunstancias que han sucedido alrededor de la película: Bale es arrestado por golpear a su madre y hermana, y Ledger muere trágicamente por sobredosis.

Ya Bale en su momento habló del actor perfecto. De "no ser nadie", para que el envase esté vacío a la hora de "llenarlo" con el personaje a interpretar. Creo que Ledger debió haberse influenciado con esta idea o, por el contrario, debió haber bebido de la maravillosa locura que hiede del arquetípico personaje del Guasón. La escena donde Batman interroga al Guasón es memorable, digna de estudio, ya que mientras yo me preguntaba como Batman (el personaje) es afectado por las muy convincentes palabras del Guasón; como no estos dos excelentes actores no serían afectados por estos papeles que han sido asumidos por ambos con tanto afán.

(...) el proceso en virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un determinado tipo de relación establecida con ellos(...)

Jean Laplanche & Jean-Bertrand Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis

Mientras la representación del anti-héroe es un constante acto de equilibrio mental, de represión y liberación, de furia y lógica; Ledger lo tuvo más difícil. El trabajo de Ledger era de zambullirse en la locura del Guasón, de hacer un mejor trabajo que Nicholson, el psicópata más célebre del mundo del cine, y "actualizar" al personaje añadiéndole a la ironía del Guasón de Nicholson de los 80s, unos casi 30 años de apatía y desencanto post-guerra fría y de paranoia y decepción post 9-11.

Siento que, como el ermitaño sosteniendo la lámpara al tope de la montaña, Ledger debió haber llevado a cabo un viaje interior muy intenso, para – como leí en alguna reseña de la película – "entender" al Guasón. Finalmente lo logra, la locura de Ledger es auténtica, sus razones palpables y sus efectos espontáneos; ¿a cuál costo?, quizás demasiado.

El arte es, por naturaleza, transferencia; es la permeabilidad de la sombra (o id, but I prefer my way) a través de un objeto: la palabra, el verbo, el color o la forma. Todos ellos objetos, no dejo de pensar que la representación de estos papeles no sólo han tenido un efecto en estos hombres, sino que los ha cambiado; en uno de los casos, irremediablemente.