24 January, 2006

Ser, estar y parecer: una sarta de estereotipos y sandeces sobre la Felicidad

El día de hoy una conmoción llenó el piso de mi oficina, una compañera de trabajo, luego de al parecer mucho esfuerzo, se casaba.

Luego de una serie de gritos, saltos y demostraciones de afecto dignas de una neurótica freudiana (no que halla nada malo con eso), finalmente conocimos el augurioso hecho que llevó al grupo mas cercano en el que encontraba a toda una discusión muy seria, enfocada, debatida y totalmente llena de vacuidad, estereotipos, generalizaciones y, finalmente, sandeces; sobre la condición matrimonial, quien “debería” ser mas feliz sobre dicho hecho y como esta felicidad debería, o no, ser expresada.

Este hecho no debió haberme llamado la atención como lo hizo dado que mi oficina parece el final de “Abigail”, lo que falta es que alguien consiga a su verdadera madre, conozcamos que alguien le está pasando información a la competencia (revelando al “malo” de la novela) y que yo consiga novia tres minutos antes del cierre del año fiscal actual. Pero, habiendo recientemente terminado de leer el libro “La Inteligencia Fracasada” del filósofo español Marina, me alejé de la celebración y las demostraciones del anillo para pensar un poco en algo que me molestaba desde hace un tiempo.

Marina expone en el libro antes mencionado una teoría que me chocó desde el comienzo, su definición de inteligencia mezcla la percepción, el análisis y la intuición en un solo paquete (muy poco Jungiano por cierto), al final intenta hacer una conclusión ética sobre el uso de la inteligencia en los marcos públicos y privados llamando sabiduría al uso correcta de esta. Todo esto atado a una concepción de felicidad que aunque cita a Kafka y su concepción de atormentada felicidad, mantiene una visión absoluta del término con la que estoy en desacuerdo.

Las frases “Soy Feliz”, y “Logré la felicidad” denotan una condición, mutable o no, que se logra al checar como lista de cotejo una serie de eventos dictados usualmente de afuera. Como el “Feliz por siempre” de los cuentos, la felicidad definida de esta manera se basa en el mantenimiento y/o sucesión de estos eventos que “proveen” la felicidad. Esta felicidad, una vez alcanzada, es absoluta, no existe otra condición distinta a esta mientras se “es” feliz, lo que impide cualquier otro estado; es como ganarse una ración de por vida de Prozac.

Con el poco Kant que conozco, sé que nada puede escaparse de la dualidad existencia - no existencia, por lo que “ser” feliz es una falacia que sólo puede reconciliarse con el término relativo de “estar” feliz. El “estar” feliz abre campo para la mutabilidad de la condición humana, el sano flujo de un estado emocional a otro y, mas importante aún, la autoconciencia del significado de la felicidad que conlleva necesariamente a la autodefinición del término (la lista de objetivos, expectativas y planes propios) y, finalmente, la autorrealización.

Finalmente, volviendo a la situación inicial, no conozco las circunstancias bajo la que se dio dicho hecho, sólo espero que la lleve a estar feliz, y no a ser feliz para que, cuando se acabe el Prozac, no termine “pareciendo” feliz.

Hagan bien y no miren a quien,

KX.

22 January, 2006

Current Mission Statement

"The hero, therefore, is a man or woman who has been able to battle his personal and local historical limitations to the general valid, normally human forms. Such a one's visions, ideas, and inspirations come pristine from the primary springs of human life and thought. Hence they are eloquent, not of the present, disintegrating society and psyche, but of the unquenched source from through which society is reborn. The hero has died as a modern man; but as a eternal man - perfected, unspecific, universal man - he has been reborn. His second solemn task and deed therefore (as Toynbee declares and as all the mythologies of mankind indicate) is to return then to us, transfigured, and teach the lesson he has learned of life renewed."

- Joseph Cambell, "The hero with a thousand faces".

03 January, 2006

Gracias por la Luna

Mariana,

Finalmente anoche no pude verla, la visión desde mi balcón es bastante estrecha (literal o metafóricamente :P), y las nubes impidieron cualquier intento posterior de avistamiento Selenita.

A pesar de todo esto tengo tu descripción, la cual es suficiente para mí ya que mas que una imagen, es el sentido de lo que esta noche podía verse en el firmamento. Es raro, se supone que la luna nueva no debería verse, pero parece que le dió un pequeño regalo a lunáticos como nosotros que no perdemos oportunidad de aullarle nuestros sueños y deseos.

Por todo esto, gracias por un lunático comienzo de año,

KX.