26 November, 2005

About travel and the travel mentality

It's friday night and I'm sitting in a King-sized bed in one of Mexico City's fanciest hotels, is late at night and I'm busted from a week of long discussions.

I'm miles away from home but I still feel like I'm chained to this laptop and my desk is just a couple of steps away. I feel like in a desert, where I keep saying "over the next dune I'll find water", but work keeps coming, and emergencies keep flaring, and deadlines and promises keep being broken, and apologies are made only to be broken again when laughable demands come my way, but I'm unable to turn them down. Then the cynic takes over and, jaded, I comply.

I'm really tired, and although I'm sitting in one of the most marvelous cities in the world, were its native culture enrichs its modern world, were the jaguar pounds over gangs in the Zócalo and the masked fighter defends his honor and his mask from the evil Rudos, I'm sitting here tired, frustrated and alone.

I'm in no mood of traveling, although I already flew the miles. I don't want to smear the memories of such great works as the Zócalo or the Museo Antropológico with Bussiness Reviews and Moderation Guides, and then there's the wish (the need really), to construct these memoirs with some meaning, not just a escape from the corporate cultural bubble into the wilds, outside the wall of the 5 stars hotels, the 25$ cab rides, the coca-cola and the air conditioning.

I'll travel back home, where I'll have the space to travel and see new things I can't see here, miles from home. I'll be able to retake my journey and advance new steps away from this foreign land.

05 November, 2005

Impresión Visual #3: Crisis

El niño canta bailando alrededor del joven y el académico mientras la mujer de cabellos dorados los invita a entrar al gran salón. El joven quiere ir pero el académico saca cuentas, busca en libros, y no avanza.

El niño salta, canta y brinca alrededor de estos dos, el joven mas cerca de la puerta que el académico. La mujer los llama, pero la puerta empieza a cerrarse y el académico piensa que hay tiempo y oportunidades infinitas para poder entrar de nuevo, pero no es así, y la puerta se cierra con la mujer de cabellos dorados al otro lado quien baila a la música del salón.

El niño se impacienta y se pone a llorar, el joven se molesta y el académico explica la situación a los otros dos mientras detrás de ellos se dibuja un escudo con tres espadas cruzadas.

Impresión Visual #2: La Playa

El joven y el académico están en una playa, donde el niño los ha llevado. Allí el toma un flotador en forma de cuenca y se adentra en la playa de mar picado. Mientras, en la orilla, el joven y el académico discuten sobre entrar o no a la playa, mientras el niño los llama.

Durante dicha discución en la orilla, el flotador del niño se voltea y las olas empiezan a hundirlo.

Los hombres en la orilla no lo ven.

Ahogándose, el niño trata de llamarlos pero el rugir de las olas lo callan. Desde el bosque conjunto a la playa, una mujer vestida onerosamente llama a los hombres y les señala al niño que se ahoga. Los hombres dejan su discución y ven al niño casi sin fuerzas. El joven se lanza al agua mientras que el académico toma una balsa. Mientras los hombres van al rescate del niño la mujer desaparece entre las sombras del bosque.

Impresión Visual #1: El Jardín

En un viejo jardín, como si fuera el centro de un laberinto de paredes de arbustos de tres metros de alto, la noche ilumina las cuatro paredes donde se reflejan cuatro bancos de mármol vacíos, llenos de escrituras antiguas, acabados góticos y graffitis de "Spider estuvo aquí" grabados con marcadores.

Por una de sus entradas, la norte, una linterna le quita la magia fantasmagorica a dicha locación y poco a poco se oyen pasos que se acercan. Pronto una silueta desfigurada por la luz de la linterna se abre paso: Un joven vestido de jeans y una franela con algún mensaje carga la lámpara y un bo, con el cual ha guiado su paso hasta el momento a través del laberinto. Al entrar al cuadro, la linterna ilumina su centro donde cuatro discos de oro adornan los cuatro bancos, de las cuatro entradas.

Por la entrada Oeste, un hombre de mediana edad, cargando un paquete de libros y diversos artefactos electrónicos, entra al cuadro, reconociendo al joven de la linterna. Este, ya cansado, se sienta en uno de los bancos mientras trata de encontrar algo en uno de sus libros.

El tiempo pasa, el joven de la linterna se acuesta en el banco norte mientras él y académico se alertan cada cierto tiempo cuando oyen pasos cerca, saben que hay al menos dos personas mas alrededor, pero no logran verlas. La linterna está entre el banco norete y el oeste y deja a las entradas este y su en completa oscuridad. Finalmente, después de demasiado tiempo, el académico y el joven encuentran algo entre sus libros y con mucha alegría, pero con algo de miedo, colocan la linterna entre los cuatro discos de oro, espero lo mejor.

Los pasos se oyen mas cerca, y al poco tiempo de la entrada Este se dibuja la silueta de un niño que sostiene un juguete, intenta entrar al cuadro pero le da miedo, los que están se sienten tambien incómodos en compartir su espacio. Mientras, la silueta de una mujer se dibuja al sur, pero todavía no se le vé.